El auge del mercado de las criptomonedas ha sido algo que no se puede negar, teniendo en cuenta que en 2021 fue excelente para el mercado, podemos inferir que para el 2022 va a serlo también.
Son muchos los indicadores que señalan al 2022 como un buen año para los criptoactivos, uno de los cuales es la ampliación de las plataformas de metaversos con NFTs.
La generación en cadena de bloques de ítems virtuales en videojuegos, la venta masiva de obras de arte no fungibles, y la inclusión de nuevas formas de interacción en las redes sociales con tokens.
Qué se espera de las criptomonedas “clásicas”
El Btc o Bitcoin encabeza la lista, al mostrarse expectante a su integración en distintos países como moneda oficial. En la otra cara de la moneda se encuentra el Ethereum, que viene siendo el rival comercial directo del Bitcoin, y se espera que su capitalización de mercado se incremente, de los $477 millones actuales a unos $700 millones el año que viene.
Solana y Polkadot apostarán por su escalabilidad
Polkadot es una criptomoneda popular que se caracteriza por su interoperabilidad en plataformas de la web 3.0. Los futuros inversionistas de esta criptomoneda se verán beneficiados por el amplio rango de su propia red.
En cuanto a Solana, sabemos que tiene planeado varios proyectos DeFi para el 2022; aunque sea una criptomoneda centralizada, tiene la cualidad de poseer una red capaz de manejar más de 2.000 transacciones por segundo, y es una de las criptomonedas que más auge ha tenido en los últimos 3 años.
Cardano
Una de las características más atractivas de Cardano, es la forma en que se desarrolla su crecimiento, puesto que se dividió en 5 partes o etapas, en el que ya tres han sido completadas.
Su plataforma publicó contratos inteligentes para mejorar la experiencia del usuario este año 2021, y ahora está trabajando en finalizar las dos etapas restantes con la finalidad de convertirse en un sistema descentralizado auto sostenible a largo plazo.
El uso de Cardano no solo se limita a fines comerciales o como medio de pago, sino que también sirve como herramienta para ayudar al sector de la salud y la educación, ayudando a científicos y doctores a realizar mejor su trabajo.