El Bitcoin, la primera y más reconocida criptomoneda del mundo, llamó la atención de los inversores con su impresionante boom en 2017, en el que pasó de valer algunos cientos de dólares hasta casi 18 mil dólares. Este acelerado crecimiento propició también que otras monedas como Ethereum o XRP tuvieran un crecimiento sin precedentes. Aparte de un crecimiento explosivo que hizo ricos a muchos, Bitcoin y su sistema blockchain incorruptible resultó bastante atractivo para muchos inversores que creían que estaban ante el sistema del futuro.
Sin embargo, estos valores duraron apenas poco tiempo, pues el valor del Bitcoin volvió a caer casi tan rápido como subió. Pero esto no le quita la esperanza a los muchos analistas y expertos que creen firmemente que las criptomonedas podrían volver a presentar un nuevo crecimiento acelerado, ya que algunos creen que se viene una nueva ola de inversiones.
Por ejemplo, el inversor de capital de riesgo y fundador de Draper Associates, Tim Draper, ha asegurado en la CNBC que el precio de Bitcoin alcanzará los 250.000 dólares en 2022 o 2023. De igual manera, Adam Back de Blockstream afirma que el precio de Bitcoin podría llegar hasta los 300,000 mil dólares debido a la impresión de dinero ilimitada a la que están recurriendo varios países, por lo que los inversores se verán orillados a voltear hacia Bitcoin.
Lo que los expertos y creyentes de Bitcoin esperan, es que esta criptomoneda termine convirtiéndose en un valor refugio, mientras que otras criptomonedas como XRP aspiran a convertirse en una divisa de intercambio entre entidades bancarias que reduzca el cobro de comisiones y facilite la transparencia de las transferencias.
Sin embargo, las criptomonedas siguen representando un alto riesgo, pues se puede invertir dinero y lograr multiplicarlo o perderlo en cuestión de meses. La línea de beneficios o pérdidas fluctúa demasiado y esto hace que sea un activo muy atractivo para algunos y espantoso para otros como forma de inversión.