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A pesar de la volatilidad que caracteriza al Bitcoin, su evolución se ha visto afectada por la crisis generada por la pandemia del Covid-19; aunque por el momento parece estar recuperándose, lo que ocurrirá en un futuro es incierto.
Después de haber estado alrededor de los USD $10,000 a mediados de febrero, ha experimentado caídas abruptas en las recientes semanas, perdiendo incluso en un sólo día más del 50% de su valor; cotizándose en aproximadamente $7,000 USD, cayó de golpe hasta los USD $3,500 el 13 de marzo. Sin embargo, desde entonces ha estado recuperándose poco a poco, y actualmente ronda los USD $6,000.
Poco antes de que la crisis por la pandemia se desatara, Bitcoin era visto como un refugio seguro para los inversionistas, sin embargo, en los últimos días se ha puesto seriamente en duda esto. No obstante, existen opiniones de todo tipo.
Jerrymie Marcus, de BTCDirect, afirma que el escenario ideal sería que en las próximas semanas “los movimientos del bitcoin se separen de los de los índices bursátiles” convencionales, lo que provocaría que los inversionistas lo puedan considerar efectivamente como un refugio.
Por otro lado, Alan Draguilow, CEO de ChangeTheBlock, opina lo siguiente: “Lamentablemente, ante esta crisis del coronavirus, se ha podido ver que todavía el bitcoin no es considerado un valor refugio tan seguro como el oro. Los mercados han aguantado el comienzo de la crisis cuando la mayoría de la población afectada era la china, pero una vez que se propagó a nivel mundial sus efectos fueron devastadores para todo el mercado de las criptomonedas”.
En conclusión, no queda más que esperar a ver como sigue comportándose el Bitcoin, y más importante aún, ver cómo reacciona el mercado después del halving de mayo. De acuerdo con Salvador Casquero, presidente de 2gether, será mucho más complicado hacer predicciones al respecto: “si no existiese un elemento tan disruptivo como la incertidumbre, no sería muy arriesgado responder a cómo se comportará el bitcoin en mayo. En cambio, en el contexto actual, es la prudencia la que debe guiar todas nuestras opiniones, acciones y operaciones”, concluye.
