Ciudad de México 8 de septiembre._ Mastercard acaba de anunciar su intención de mejorar su programa de tarjetas de criptodivisas con el fin de agilizar el mecanismo de conversión entre éstas y la moneda tradicional o fiduciaria.
Y, aunque parezca un contrasentido, esta agilización llegará mediante la introducción de un nuevo paso intermedio: la conversión de criptomoneda a una ‘stablecoin’, y de ésta a moneda fiduciaria.
Una stablecoin es un token digital (como puede serlo un bitcoin) cuyo valor permanece vinculado al de otros activos, frecuentemente no-digitales —mayoritariamente una moneda fiduciaria (euro, dólar, yuan…) o una materia prima (oro, plata, petróleo…)—.
De este modo, la emisión de cada unidad de una stablecoin debe estar respaldada por una determinada cantidad del activo en cuestión, que el emisor del token deberá tener almacenada para permitir su conversión.
También se denomina ‘stablecoins’ a otros dos tipos de tokens, en este caso descentralizados, que no encajan del todo con esta descripción:
- Stablecoins vinculadas a criptodivisas: Son las de mecanismo de funcionamiento más complejo, basado en el uso de contratos inteligentes.
- Stablecoins algorítmicas o ‘no colateralizadas’: En este caso, son sus algoritmos los que están diseñados para reducir la volatilidad de su valor, básicamente automatizando el comportamiento estándar de un banco central.
- Esto es, crear nuevos tokens cuando el precio sube demasiado, y destruirlos cuando cae.