Una stablecoin o criptomoneda estable es una criptomoneda diseñada para ser estable en todo momento, similar a una moneda fiduciaria; a diferencia de las demás criptomonedas que tienden a ser extremadamente volátiles, teniendo variaciones en su precio del 20% y 30% en uno o dos días en el caso de las más conocidas como Ethereum, mientras que las menos populares pueden llegar a tener variaciones de hasta 300%.
Es cierto también que algunas criptomonedas como el Bitcoin han madurado lo suficiente en los últimos años como para dejar atrás esa volatilidad extrema, sin embargo, siguen presentando variaciones constantemente.
Las stablecoins comúnmente tienen paridad de 1 a 1 con el dólar; es por esto que los traders las utilizan usualmente para salvaguardar su capital, es decir, si prevén una posible baja en el mercado, venden la criptomoneda en la que hayan invertido y la cambian por alguna stablecoin.
Otro uso popular que se le da a las stablecoins es el de funcionar como puente entre dinero fiduciario y criptomonedas; debido a que las transferencias internacionales pueden tardar varias horas o incluso días, las stablecoins permiten mover dinero de manera inmediata.
Ahora bien, es importante conocer también los tipos de stablecoins que existen en el mercado. Por una parte están aquellas que cuentan con un respaldo en moneda fiduciaria; este tipo de stablecoins son emitidas usualmente por alguna empresa que pide permiso a las entidades reguladoras de algún país, para depositar dólares en una cuenta bancaria y emitir criptomonedas equivalente a la cantidad de dólares en esa cuenta. Las más populares de este tipo son Theter (USDT), USDC, TUDSY y BUSD.
Por el otro lado están también las stablecoins que tienen su respaldo en otras criptomonedas; éstas son emitidas mediante un contrato inteligente y son más transparentes, ya que con un cierto grado de conocimiento técnico, se puede auditar en tiempo real, siendo DAI la más sobresaliente de esta clasificación.