En un auditorio del Instituto de Posgrado en Derecho (IPD), una idea resonó con fuerza: ¿Qué pasará cuando las máquinas también reclamen derechos?
El planteamiento provino de Alejandro Martínez Araiza, secretario general del Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC), quien se ha convertido en una de las voces jóvenes que busca redefinir el sindicalismo mexicano ante el avance de la inteligencia artificial (IA) y la automatización.
Durante su participación en el panel “El cambio generacional de cara al T-MEC 2.0”, Martínez Araiza invitó a imaginar un escenario donde la tecnología no solo reemplace tareas humanas, sino que transforme por completo la noción de justicia laboral.
Una agenda laboral para la era digital
El dirigente propuso que la próxima revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) incorpore principios éticos y jurídicos que acompañen esta transformación tecnológica. Entre las medidas que sugirió destacan:
- Capacitación continua y reconversión profesional para enfrentar la automatización. 
- Comités mixtos de sindicatos y empresas que regulen la adopción tecnológica por sector. 
- Creación de un impuesto tecnológico y un fondo de justicia laboral que respalde a quienes pierdan su empleo por la digitalización. 
- Protección de datos personales y dignidad laboral frente a la vigilancia algorítmica. 
- Establecimiento de una Autoridad Nacional de Ética Tecnológica y un Observatorio Trilateral de IA y Trabajo. 
Para Martínez Araiza, la meta no es oponerse a la innovación, sino construir una convivencia responsable entre humanos y máquinas.
Tecnología, ética y humanidad
La conversación no quedó solo en el terreno sindical. Junto a Elizabeth Echeverría Manrique (OIT), Tereso Medina Ramírez (CTM Nacional) y Gilberto Chávez Orozco (IPD), entre otros expertos, el panel exploró cómo el T-MEC 2.0 puede ser un laboratorio político y ético para el continente.
Todos coincidieron en que la IA representa un punto de inflexión histórico: una herramienta capaz de ampliar el bienestar humano o de profundizar desigualdades si no se regula con justicia.

La familia como brújula de la revolución tecnológica
En la parte final del encuentro, Alejandro Martínez Araiza recordó un principio que suele olvidarse en los debates sobre el futuro: la familia.
“La tecnología no debe alejarnos de nuestra esencia humana; la familia es el núcleo que da sentido a cualquier avance social o económico”, señaló el líder del SNAC.
Esa reflexión, aparentemente sencilla, conecta con la idea central de su propuesta: la IA no es solo una cuestión técnica, sino una oportunidad para repensar la ética del trabajo y la cohesión social.
Hacia una nueva ética laboral insta Alejandro Martínez Araiza
Los participantes coincidieron en la necesidad de actualizar los Mecanismos Laborales de Respuesta Rápida (MLRR) y avanzar hacia una alianza trinacional que garantice que la revolución digital no deje a nadie atrás.
En este contexto, la voz de Alejandro Martínez Araiza representa una corriente emergente dentro del sindicalismo latinoamericano: una que ve en la inteligencia artificial no un enemigo, sino el próximo capítulo de la evolución humana y laboral.
 
				

 
 
 
 
 
 
 
 
 
